
¿Qué son las Constelaciones Familiares?
Las Constelaciones Familiares son una técnica terapéutica que se basa en la
metodología fenomenológica y sistémica creada por Bert Hellinger.
Este enfoque terapéutico es fenomenológico, sistémico y breve. Su potencia se debe a que trabaja a través de la escenifican de los asuntos problemáticos y permite ver con claridad donde se bloquea o dificulta la persona y desde ahí posibilitar otros caminos de solución.
El trabajo de Constelaciones Familiares facilita la comprensión de las dinámicas e implicaciones familiares que mantienen los problemas y los alimentan. Mira la red de vínculos en la que todas las personas estamos insertados y clarifica la dirección más sana para que la persona se oriente al desarrollo y al crecimiento. La constelación se proyecta hacia el futuro y hacia movimientos de solución. Asimismo permite elaborar dificultades que afecten al yo, a una relación o a nuestra familia.
¿Cómo funciona una constelación familiar?
Este método de trabajo no requiere la presencia de la familia, se puede trabajar a partir de una persona todo el sistema familiar. Es un trabajo grupal que se realiza con personas interesadas en participar y/o resolver asuntos propios de su sistema familiar. También se pueden elaborar cuestiones vinculadas a otras áreas de la vida como el trabajo, lo ocacional, la pareja, estados de ánimo,…
¿Qué se hace en un Taller de Constelaciones?
El procedimiento es sencillo: El terapeuta invita a trabajar a quien lo desee, se puede trabajar cualquier cuestión familiar o individual. Sólo se trabajaran los asuntos que según el terapeuta posean un peso suficiente. La persona especifica el asunto que le dificulta el vivir y el terapeuta realiza
preguntas para clarificar la cuestión planteada. Seguidamente se le pide al
interesado que seleccione entre los participantes a las personas que representarán a los miembros relevantes en su problemática incluyendo a alguien para sí mismo, y los sitúa en el espacio, unos en relación a los otros, siguiendo su propia intuición. Una vez los representantes han asumido su lugar en el espacio, se les pide que tomen una actitud relajada y en silencio se dejen guiar por su propia intuición. De este modo se obtiene una representación que refleja lo que le está sucediendo a la persona, permitiendo que la imagen interna sea representada en el exterior, posibilitando ver que dinámicas y lealtades familiares ocultas están en
juego. Ante esta información el terapeuta interviene y facilita una mejor comprensión de esos vínculos.